La pubertad. Los cambios físicos más importantes
Se llama pubertad a la parte inicial y biológica de la adolescencia, al pistoletazo de salida que va a marcar el inicio a otros muchos cambios psicosociales a veces más lentos y discretos.
A partir de la pubertad se intensifica un diálogo entre el descubrimiento del hombre o mujer que son y las elecciones personales de qué hombre o qué mujer quieren ser.
El desencadenante del proceso va a ser los cambios hormonales producidos por el hipotálamo. Las nuevas hormonas van a acelerar la velocidad de crecimiento y van a disparar el desarrollo de los genitales y el aparato reproductor, que a su vez producirá más hormonas. Como resultado tendremos distintos cambios para cada sexo:
En las chicas, las manifestaciones comienzan con el crecimiento del pecho (que se mantendrá creciendo durante años) y los cambios en la voz. Aparece el vello púbico y más adelante el vello corporal. Con el estirón del crecimiento, que se dará dos años antes que en los chicos, se producirá un ensanchamiento de la pelvis y un aumento de grasa corporal. Los genitales externos e internos aumentan de tamaño y alrededor de los 12 años se produce la primera menstruación, que es quizá el acontecimiento de mayor carga simbólica y que aunque en otras culturas supone para la chica un motivo de felicidad, en la nuestra está asociada a problemas de higiene y malestar. En los chicos aumenta el tamaño de los testículos y surge el vello púbico, crece el pene y cambia la voz. El vello facial y corporal comienza a aparecer y se produce el estirón en el crecimiento, que irá acompañado de un ensanchamiento de los hombros, aumento del grosor de los huesos y la masa muscular. Las primeras eyaculaciones indican que ha comenzado la producción de espermatozoides, y con nuevas cantidades de andrógenos aumentará la producción de grasa en el pelo y en la piel.
En ambos sexos se van a entorpecen los movimientos como consecuencia de los bruscos cambios de peso, tamaño y talla. Aumenta la sudoración y el olor corporal. Les cuesta controlar el tono y el timbre de la voz, que también va cambiado de forma marcadamente sexuada. En un momento dado, pueden encontrarse incómodos en su nuevo cuerpo adulto y es frecuente que traten de esconder los cambios que se están produciendo. Van a empezar a expresar vergüenza al mostrarse desnudos y ante las muestras de afecto de los adultos, sobre todo si son públicas. Los padres y madres ya no podrán besarlos en la puerta del colegio, y expresarán rechazo si tratamos de peinarles o colocarles la ropa delante de otras personas.
La pubertad es fundamentalmente biológica pero está tan relacionada con factores psicosociales que es imposible separarla de estos. Nadie vive sus cambios corporales en el vacío, se acompañan de reacciones de nuestro entorno y generan vivencias muy importantes. Algunas de las características negativas del adolescente, como la agresividad o irritabilidad, pueden estar asociadas al incremento de hormonas sexuales durante esta etapa, pero no cabe duda de que aparte de las hormonas existen otros factores que influyen. Si los padres/madres han explicado con claridad algunos de los cambios que van a producirse y "van por delante" no esperando a que el cambio se haya producido (y por tanto ya exista confusión y miedo) la manera de vivir esta etapa puede cambiar completamente y ser afrontada con curiosidad y paciencia por los propios adolescentes.
Los chicos y chicas se compararán con amigos/as y compañeros/as, y todos aquellos que se escapen de la media (es decir, los que empiecen a desarrollarse antes o después) pueden tener sentimientos de vergüenza o ansiedad. Aquellos que lo hagan antes, quizá no tengan todavía desarrolladas las capacidades cognitivas necesarias para percibir los cambios e integrarlos en su nuevo autoconcepto o imagen corporal. Respecto a esto, también existen diferencias entre chicos y chicas: mientras un desarrollo físico precoz es bien recibido en los chicos, quienes valoran la fuerza y la capacidad para los deportes, en las chicas los primeros cambios no son bienvenidos pues entran en conflicto con la imagen social de belleza asociada a la delgadez y al cuerpo andrógino. Los problemas con la alimentación y los "no quiero engordar" pueden empezar ahora.
El descubrimiento de los caracteres sexuales y la capacidad reproductora hacen de esta una etapa de fuerte acomodación a los estereotipos sexuales de comportamiento: la forma de vestir, las actividades extraescolares y del lenguaje gestual se masculiniza y se feminiza radicalmente, para ir dando lugar progresivamente a una asunción de roles más satisfactoria y coherente con el propio deseo en la edad adulta.
Durante los cambios puberales, es importante mostrar paciencia y explicar que todos van a desarrollarse y a cambiar mucho durante unos años, que no hay una manera buena o mala de hacerlo, sino que la suya es única y completamente valiosa.