La autoestima
Por otro lado, todo niño y niña desde que nace, o quizá desde antes, necesita sentirse exclusivo para su madre/padre –o quien haga las funciones -, necesita sentirse el niño o la niña “más importante del mundo”.
Es desde estos primeros años que se va desarrollando la autoestima, mediante la internalización a medida que formamos esa imagen de nosotros mismos que llevamos en nuestro interior, y lo hacemos a través de nuestras experiencias con otras personas y las actividades que realizamos.
Por eso las experiencias vividas durante la infancia juegan un papel predominante en el establecimiento de nuestra autoestima, y la calidad de estas experiencias influye directamente sobre nuestro nivel de autoestima.
Durante estos primeros años de vida, nuestros éxitos y tropiezos, y cómo fuimos tratados en cada ocasión por los miembros de nuestra familia inmediata, nuestros maestros y maestras, nuestros amigos y amigas.... contribuyen a la creación de esa imagen de nosotros mismos que llevamos dentro, y en consecuencia, a establecer nuestro nivel de autoestima.
Algunas consideraciones sobre la asunción de riesgo y la aceptación del error
A partir de esta introducción, vamos a profundizar en algunos conceptos que tienen también relación con la competencia que nos ocupa, Asunción de Riesgo y Aceptación del Error.
Son conceptos como la autoestima, la tolerancia a la frustración, la toma de decisiones la aceptación del error y la capacidad para recibir críticas.
Autoestima
La autoestima es un estado mental. Es el sentimiento o concepto valorativo (positivo o negativo) de nuestro ser, la cual se aprende, cambia, la podemos mejorar y se basa en todos los pensamientos, sentimientos, sensaciones y experiencias que sobre nosotros mismos hemos ido recogiendo, asimilando e interiorizando durante nuestra vida.
Los pilares de la autoestima según Nathaniel Branden son:
Autoeficacia
- Un sentido de eficacia personal.
- Confianza en el funcionamiento de mi mente, en mi capacidad de pensar, en los procesos por los cuales juzgo, elijo, decido; confianza en mi capacidad de comprender los hechos de la realidad que entran en la esfera de mis intereses y necesidades.
La autoeficacia ofrece una predisposición a que la persona se experimente fundamentalmente competente para afrontar los desafíos de la vida; y en consecuencia, confíe en su propia mente y en sus procesos.
La autoeficacia percibida desempeña un papel fundamental en el funcionamiento humano puesto que afecta el comportamiento no sólo de manera directa, sino también por su impacto en otros determinantes claves tales como metas y aspiraciones, expectativas de resultados, tendencias afectivas y percepción de los impedimentos y oportunidades que se presentan en el medio social (Bandura, 1995, 1997).
Autodignidad:
- Un sentido de mérito personal.
- Seguridad de mi valor, una actitud afirmativa hacia mi derecho de vivir y ser feliz; comodidad al expresar apropiadamente mis pensamientos, deseos, necesidades, sentir que la alegría es mi derecho natural.
La autodignidad sería entonces una predisposición a que uno se experimente como digno de éxito y felicidad; y en consecuencia, la percepción de nosotros mismos como personas para quienes el logro, el éxito, el respeto, la amistad y el amor son apropiados.
La autoestima es un concepto de enorme importancia, ya que de la valoración que uno haga de sí mismo puede depender lo que haga en la vida y su participación en ella.
Además, condiciona el proceso de desarrollo de las potencialidades humanas y también la inserción de la persona dentro de la sociedad.
Una autoestima positiva facilita una mejor percepción de la realidad y comunicación interpersonal, ayuda a tolerar mejor el estrés, la incertidumbre y vivir los procesos de cambio.
Por otro lado, hará que la persona reaccione buscando la superación de los fracaso, si no fuera así el recuerdo de la incompetencia, nos dejaría al borde del desvalimiento.
Otros aspectos importantes que vendrán condicionados de alguna manera por la autoestima son, por ejemplo:
1. Fundamenta la responsabilidad. La responsabilidad no crece con la auto descalificación y el desprecio personal. Sólo se compromete quien tiene confianza en sí mismo.
2. Apoya la creatividad. La persona creativa sólo crece desde la confianza en sí misma, en su originalidad y capacidades, desde la autovaloración, y la vivencia de la propia valía.
3. Determina la autonomía personal. Quien se acepta a sí mismo es capaz de tomar decisiones con autonomía y seguridad. En vez de obedecer, actúa asertiva y autónomamente.
4. Facilita las buenas relaciones sociales. Quienes se aceptan a sí mismos hacen que se sientan cómodos quienes se relacionan con ellos.
En definitiva, una buena autoestima, es garantía de un buen futuro. La persona que confía en sí madura cada vez más viviendo intensamente el presente, reinterpretado el pasado y anticipando el futuro personal. A la vez contagia esperanza pues tiene energía y no se conforma con la satisfacción ni se instala en el conformismo.
Por el contrario, una persona con baja autoestima suele ser alguien inseguro, que desconfía de las propias facultades y no quiere tomar decisiones por miedo a equivocarse.
Además, necesita de la aprobación de los demás pues tiene muchos complejos. Suele tener una imagen distorsionada de sí mismo, tanto a lo que se refiere a rasgos físicos como de su valía personal o carácter.
Todo esto le produce un sentimiento de inferioridad y timidez a la hora de relacionarse con otras personas. Le cuesta hacer amigos nuevos y está pendiente del qué dirán o pensarán sobre él o ella, pues tiene un miedo excesivo al rechazo, a ser juzgado mal y a ser abandonado relacionarse con otras personas. Le cuesta hacer amigos nuevos y está pendiente del qué dirán o pensarán sobre él o ella, pues tiene un miedo excesivo al rechazo, a ser juzgado mal y a ser abandonado.
La autoestima, además es aprender a querernos y respetarnos, es algo que se construye o reconstruye por dentro. Esto depende, también, del ambiente familiar en el que estemos y los estímulos que este nos brinda.